Los pobres suelen estar al margen. Al margen, entre otras cosas, de las dinámicas de actuación general del resto de la ciudadanía. Constituyen una “casta especifica”. Están al margen de todo, incluso de las huelgas. En el lenguaje común los hemos adjetivado de diversas formas: “pobre de solemnidad”, el que lo es notoriamente; “pobre mendicante “o “de pedir”, el que pide ayuda públicamente por casas y calles; “pobre vergonzante”, que por su estado social aparente o circunstancias no puede o no se atreve a mendigar, a pedir limosna públicamente.
“Limosna”, dice el diccionario, es “lo que se da por caridad para socorrer una necesidad”. Sin descartar la ayuda de la “limosna” en metálico, actualmente se ha ido creando una mayor conciencia de la necesidad de orientar las ayudas a través de organizaciones y proyectos que además de intentar solucionar los problemas inmediatos de alimentación y alojamiento, intentan la promoción personal, laboral y social del las personas necesitadas y la creación de condiciones sociales, educativas y de desarrollo adecuadas para dicha promoción. A estas organizaciones se las encuadra normalmente en la sociedad como O.N.G., es decir Organizaciones No Gubernamentales. Aunque como se ve el concepto es amplio, a las O.N.G. se les atribuye normalmente una finalidad de ayuda, filantrópica o de caridad.
También están en nuestro vocabulario los “pobres de espíritu”. Se le pueden encontrar varias acepciones. Algunos lo identifican con “apocado”, falto o corto de ánimo y espíritu. Por el contrario la raíz evangélica de la expresión plantea como ideal de virtud y de bienaventuranza la pobreza de espíritu: “Bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el reino de los cielos”. El “pobre de espíritu” no siente apego a la riqueza, que, si la tiene, la utiliza con largueza a favor de los más necesitados. Es verdad que para “ayudar” no siempre es necesario disponer de plata y de oro sino dar de lo que uno tiene
Unos pobres entre los pobres suelen ser las mujeres pobres. No se hasta que punto, al menos en España, podemos decir que es en el mundo urbano, más que en el rural, donde la pobreza suele alcanzar cotas de insolidaridad insoportables. Aunque es verdad que los comedores sociales y los refugios nocturnos son paliativos remedios que existen en algunas de nuestras ciudades, no deja de ser cierto que el aislamiento social y la incomunicación son más patentes. Hoy escuche por la radio que una autoridad de Madrid se quejaba de que uno de los obstáculos en la limpieza de Madrid son “los si techo”. ¡Vaya por Dios!
- II- ¿SE PERSIGUE A LOS POBRES EN LUGAR DE COMBATIR LA POBREZA?
Indica Fernando Sabater, en un artículo, titulado “La cuna de mármol” (EL PAÍS, 21-09-2010, página 40)) que, como contrapunto a la Europa tolerante, por desgracia la imagen que hoy nos va ofreciendo Europa es la de “las deportaciones de gitanos y otras muestras de xenofobia, la que persigue a los pobres, en lugar de combatir la pobreza (…)”
Probablemente resulta más fácil hablar de la pobreza que de los pobres. La pobreza, como dijimos se lleva bien con la estadística, los pobres molestan. Dice la prensa que en la ONU, en la Reunión de Alto Nivel sobre los Objetivos del Milenio (ODM), el Presidente Zapatero pide “un esfuerzo” a la Banca para combatir la pobreza. Se trataría de una tasa sobre las transacciones financieras internacionales. También se ha hablado de un recargo extraordinario (de 1 ó 2 euros) sobre los billetes de avión. Al parecer Francia obtiene por este último concepto 160 millones de euros al año para luchar contra la pobreza.
Me pregunto si el origen y el mantenimiento de las situaciones personales de pobreza están en la simple falta de recursos o en deficiencias de la estructura y funcionamiento social. Es decir me pregunto si esas cantidades recaudadas en “tasas” bancarias o del transporte aéreo van a tener la naturaleza y función paliativa (y a veces urgente) de la “limosna”, o van a contribuir de alguna forma a la transformación social, al cambio de estructuras y por consiguiente a la erradicación de las causas que dan lugar a la pobreza sistémica.
Según Oxfan, los líderes mundiales están fallando a los 1.200 millones de personas atrapadas en la miseria y más de 5,3 millones de mujeres murieron desde la adopción de los objetivos del Milenio por complicaciones en el embarazo (EL PAÏS, 21-09-2010, página 34)
- III- LOS OBJETIVOS DEL MILENIO.
En el año 2000, 192 países miembros de naciones Unidas acordaron conseguir en el año 2015 ocho objetivos referentes a los siguientes asuntos: 1) erradicación de la pobreza, 2) educación primaria universal, 3) igualdad entre los géneros, 4) disminución de la mortalidad infantil, 5) mejora de la salud materna, 6) combate contra el Sida, Malaria y otras enfermedades graves, 7) sostenimiento del Medio Ambiente y fomentar una Asociación Mundial para el desarrollo.
Dentro del primer objetivo de erradicar la pobreza se han establecido las siguientes metas:
1) Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas que sufren hambre.
2) Reducir a la mitad entre 1990 y 2015, la proporción de personas cuyos ingresos son inferiores a un dólar diario.
3) Conseguir pleno empleo productivo y trabajo digno para todos, incluyendo mujeres y jóvenes.
Para medir el grado de consecución de los objetivos se han establecido unos “indicadores”. Más amplia información puede verse en Wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Objetivos_de_Desarrollo_del_Milenio
Son patentes los instrumentos de medida, pero no veo detalladas las modificaciones estructurales para conseguir los objetivos y de modo especial no percibo en el ambiente político y general de la sociedad (cuya atención recaban tantos problemas), ilusión, ganas, convencimiento en su consecución. No olvidemos que el sistema financiero, posible pagador de la “tasa” caso de establecerse debiera de ser objeto de importantes modificaciones y controles. No se trata de suprimir su poder, sino de controlarlo.
De forma periódica, nos llegan noticias de la disminución del número de pobres. Pero desgraciadamente esa disminución se produce no pocas veces por razones distintas a los objetivos del Milenio. Frecuentemente las razones son directamente la mortandad por enfermedad, que les azota en mayor proporción, los desastres naturales que periódicamente caen sobre las zonas más pobres del planeta y los asentamientos mas desprotegidos y frágiles, las hambrunas, la falta de agua etc.
Claro está que sobre esta realidad penosa pretenden operar, para mejorarla, los Objetivos del Milenio, así que bienvenidos sean. Para mayor información he aquí, en el enlace, los datos actualizados del Informe de 2010.
http://www.un.org/es/comun/docs/?path=/es/mdg/summit2010/pdf/10-43285_MDG_2010_(S)_Web.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario